Para la cosmovisión andina el mes de agosto es el mes de la escasez y de la purificación. La tierra, cansada de dar frutos durante un año, debe prepararse para un nuevo ciclo de siembra. En vida comunitaria, unos se ayudan a otros para preparar la labranza y comenzar la siembra del maíz, que durará hasta el mes de enero conforme a la rueda del sol. Agosto es el mes en que la escasez llega al punto más alto, faltan yuyos y hay poca fruta.
Pronto comenzará un nuevo ciclo de vida, hombres y mujeres, niñas y niños le pedirán a la Madre Tierra que sea propicia, que en el nuevo año entregue el alimento necesario para sostener sus vidas. Entonces el 1 de agosto comenzaba a celebrarse una gran fiesta que duraba días. En el mediodía, cuando el Tata Inti está en su mayor esplendor, abrían la boca de la tierra y hacían sacrificios de animales, y echaban chicha y zanco (mazamorra de quinua), carneros y huacas. ¡Pachamama, Pachamama Kusilla, Kusilla! ¡Madre Tierra, Madre Tierra, protégeme, tráenos felicidad! La vida andina transcurría ligada al suelo. Consciente de estar arrojadxs al desamparo ofrendaban a la boca de la tierra los mejores y pocos alimentos que les quedaba. El anhelo: que en el nuevo año del vientre de Pachamama salga maíz, y no malezas.
Para prepararse, el 31 de julio era un día de ayuno, de intimidad y de limpieza del yuyo viejo. La abstinencia era símbolo de renuncia a la fiesta del mundo. De este modo la Tierra se recuperaba. Con el correr de tiempo quedó el hábito de la gran sahumada la noche anterior al 1 de agosto. Limpia la casa del yuyo seco, sahumada, solo queda la limpieza interna. Hoy se entiende esa limpieza tomando el té de ruda.
Por eso este domingo a la mañanita, bien temprano, nuestros hermanos y hermanas andinos han ido a algún monte y esperaron con los brazos en alto la salida del Sol. Y todo es minga, y todo es alimento compartido. Nuestra vida moderna tapada de objetos nos hace olvidar que también nosotros estamos arrojados al desamparo, a las pestes, a la escasez y las tormentas. En Ushuaia y en Río Grande hubo celebraciones de esta fecha tan significativa.
Pachamama Pachamama, Kusilla, Kusilla
Protégeme
Protégelos
Protégenos.
¡Jallalla Pachamama!
Fuentes: Kusch, “América profunda” e “Indios porteños y dioses”. Guamán Poma de Ayala. “Nueva corónica y buen gobierno”