Es de Río Grande y se llama Agustina Piaggio. Junto al ruso Maksim Gerasimov, ganaron en la categoría Pista del Festival y Mundial Tango Buenos Aires. En el segundo puesto quedaron Diego Chandia y Suyay Quiroga, de Río Negro, y en el tercero, los rusos Dimitri Astafev e Irina Ponomareva.

Según da cuenta el matutino La Nación, Maxim y Agustina, que se conocieron en Roma, se consagraron esta noche, en la última competencia que se celebró en el Estadio Luna Park, y con un mérito especial que se da en la edición 2019. Según datos del gobierno porteño, organizador de este encuentro, este año fue récord de parejas inscriptas: 744.

Para la primera final concursaron 40 parejas y para la de esta noche, que premia a los bailarines de pasos más acrobáticos y espectaculares, participarán 20.
Aunque la mayoría fueron locales, la presencia de competidores en los dos rubros incluyó parejas de 36 países. El premio especial fue para James Mac Manus, un irlandés que está por cumplir 100 años y se convirtió en el participante más longevo.

El encargado de animar con música la jornada de baile y deliberaciones de jueces fue el músico, humorista y luthier Hugo Varela, que ofreció un set muy a tono con esta jornada milonguera y se lució con su versión tanguera del cuento de Caperucita Roja.

Las noches de final de Tango Pista tienen un encanto especial porque son la manera de reflejar el baile de los milongueros sobre un escenario. Poner los pies a la altura de los ojos, darle una visibilidad mayor de la que ya tienen en cada milonga porteña, durante todo el año. Esta es la noche estelar para locales y forasteros; para habitúes de esta subcultura argentina que tiene un circuito tan afianzado y para los que miran desde afuera y encuentran en esta práctica bailable un espectáculo en sí mismo (más allá de que la espectacularidad del tango danza tiene una categoría diferenciada, que concursa esta noche). Para el tango que se baila pegado al piso las parejas no compiten solas; giran por la pista en círculos, como en las milongas, cada una con sus figuras y su estilo singular.

Si el Mundial es la celebración de la danza, el ritual tanguero por excelencia, el Festival de música es historia y presente del género. Y al parecer da señales de ponerse a tono con los signos de estos tiempos. En el balance sobresalen la presencia femenina en el festival y el rap como experiencia de mixtura que dialoga con el tango.

La final del Mundial de Baile en Tango Escenario reunirá a parejas de todo el mundo. En esta categoría es en la que más se acentúa la presencia de extranjeros. Este año participaron bailarines de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Brunéi, Canadá, Chile, China, Colombia, Corea del Sur, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Grecia y Holanda, entre otros países.

Crédito: Ignacio Sánchez