Como quien corre con la mano el borde de un telón y se asoma con sigilo para tratar de ver qué hay detrás, Ariel Chilelli, un joven director teatral de Río Grande, está dando sus primeros pasos sobre el escenario para llegar al público con una propuesta diferente. Mitad por vocación, mitad por convicción, no solo se puso al frente de un grupo actoral, sino que como primer trabajo encaró una obra que aborda el complejo mundo de la transexualidad, nada menos.

Si todo sale como se ha previsto, el estreno será en noviembre, razón por la cual los ensayos se intensifican y los tiempos de producción se acortan, ambas cosas al mismo tiempo y al mismo ritmo… Pero todo tiene un principio y para eso Ariel habló con La Vidriera Fueguina.

“Comencé desde muy chico a interiorizarme en el mundo del teatro. Desde la primaria en los actos especiales y en la lectura de dramaturgos, empezando por Shakespeare, con el teatro clásico y varios autores más que me abrían las puertas al mundo mágico del teatro. Saliendo del secundario comencé a estudiar la carrera de docente, donde la materia Artística me atrajo de una manera inusual y, en el momento de la parte de puestas en escena me decidí ir por el camino de la actuación dejando el oficio docente, ya que supe de primera mano que no era para lo que había nacido”, contó.

Luego recordó que en el 2005 se acercó al Centro Cultural Leandro N. Alem y conoció al entonces director y profesor de Teatro Jorge Gómez Crespo. “Fue el comienzo de mi carrera de actor. La primera obra en la que trabajé fue una recreación del clásico de Federico García Lorca ‘Yerma’, en el papel de Juan, donde compartí elenco con personas maravillosas como la entrañable Cristina Morán y Flores. Después, con ese grupo de teatro participé en obras como ‘El Oso’, de Anton Chejov, ‘El Zoo de Cristal’, de Tennessee Williams; participaciones especiales en ‘Ulises, que sea la odisea’ de Adela Basch (teatro infantil), y en ‘Medea’, de Eurípides”.

Ariel contó que siguió luego su carrera en la Escuela de Teatro de la Plata, donde estudió actuación; y más tarde con diferentes maestros en sus academias en Capital Federal como lo fueron Mariel Bignasco, María Fiorentino y Julio Chávez, entre otros.

“Cuando tomé contacto con la puesta en escena en seminarios y clínicas me incliné por la dirección, y tomé clases con el recordado Juan Carlos Gené, un gran maestro que me indicó el camino por el cual debía seguir y hacer de mi mirada una pieza teatral” resumió, y agregó: “como director he tenido una experiencia en un teatro independiente en Buenos Aires con un grupo donde realizamos dos obras teatrales en un experimento sobre escena, donde se traslucía la improvisación en una pieza de teatro clásico”.

Ariel Chilelli nació en Berazategui, pero dice que sus padres lo trajeron a Rio Grande en 1985 con solo 3 años “y les agradezco eso, ya que aprendí a amar y apropiarme de la ciudad que me vio crecer, que me permitió ser quien soy y por eso, cuando me preguntan de donde soy, orgullosamente digo que soy fueguino”.

En cuanto a su trabajo teatral en este momento, Chilelli dijo que “gracias a la invitación de Ema Bejarano, de la organización ‘De igual a igual’ y a Ricardo Rodríguez, coordinador del Centro Cultural Alem, recibí la propuesta de dirigir la obra ‘Si me querés, quereme trans’, de Daniela Ruiz, con la idea de presentarlo en el primer ciclo teatral de la provincia denominado Teatro por la Diversidad”.

Al referirse a esta pieza, Ariel adelantó que “es una obra en la cual se intenta visibilizar la mirada diversa de distintos sectores de la sociedad hacia la comunidad trans, mostrando la discriminación, el prejuicio, los sentimientos de las personas trans por la mirada de terceros y dentro del mismo colectivo”.

Agregó que “es una obra sumamente nutritiva que para el espectador será una montaña rusa de sensaciones y va a interpelarnos como seres cuando estamos o estuvimos en situaciones similares”. Y confirmó que “en noviembre estaremos presentándola con un elenco de actores y actrices comprometidos y talentosos de nuestra ciudad, donde se va a notar el profesionalismo y el compromiso de cada uno de ellos”.

Convencido de que “el Teatro es la única expresión artística que es irrepetible”, Ariel es de los directores que creen que “cada función es distinta a todas, porque influyen muchos factores y donde la energía y el clima del público son fundamentales”. “El teatro es un juego que nos permite ser lo que soñamos ser”, disparó.

Con respecto al futuro dijo que espera “ser parte de una revolución teatral en la provincia, generando contenidos eficaces, sinceros y de calidad donde todos y todas los vecinos y vecinas puedan tener la opción y el placer de ir a ver una obra teatral”; a la vez que consideró que “cuando en un país se quiere un pueblo sin cultura, que no razone y que no piense, hacer teatro es un hecho revolucionario”.

Pronto el telón se abrirá por completo. Y todo sucederá…